sábado, 16 de junio de 2007

Flashbacks

La pelota llegó rodando hasta la calzada. Darío salió corriendo a por ella, pero Roberto era más rápido y llegó primero. Mientras Roberto se agachaba, Darío vio llegar a la mancha roja. Ahogó un grito mientras el cuerpo de Roberto salía disparado y su cabeza se estrellaba contra el asfalto. Cuando se quiso dar cuenta, el Sedan ya había desaparecido.



La policía no tardó en llegar al lugar. Las madres de todos los chicos del barrio habían acudido a consolar a la madre de Roberto. La Autoridad empezó a hacer preguntas a los testigos. Cuando llegó el turno de Darío, su madre acudió junto a él a apoyarle.

-Bien pequeño-preguntó un policía regordete de cara afable- ¿Puedes decirnos algo del coche? Sabemos que venía muy rápido, pero viste al conductor o algún pasajero.

Darío negó con la cabeza.

-¿Sabes la marca o modelo del coche?

Darío negó de nuevo

-¿Algún número o letra de la matricula?


La cara de Darío se iluminó de repente

-Delante ponía “83750 BC”, pero detrás ponía “23456 KJ”

EL policía lo miró aturdido, pensando en si sería una broma, pero aún así tomó nota y transmitió por radio la información. Cuatro horas más tarde, y gracias a su información, el coche fue detenido. La madre de Roberto, con lágrimas en los ojos acudió a darle las gracias y a bendecir su buena memoria. La respuesta de Darío fue escueta:

-Me gustan los números

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Sonaba en la radio del coche en el cual viajaban, “Moonlight Shadow” de Mike Oldfield.



Aquella canción tenía algo especial, sin poder evitarlo cerraba los ojos siempre que la escuchaba e inmediatamente se imaginaba sobrevolando lugares mágicos, playas desiertas, bosques misteriosos, ruinas de viejas civilizaciones…




I stay, I pray See you in heaven one day.
Four a.m. in the morning, Carried away by a moonlight shadow. I watched your vision forming, Carried away by a moonlight shadow. Stars move slowly in a silvery night, Far away on the other side…

Entonces el coche frenó bruscamente. Abrió los ojos. Apollo. Giró una vez y otra vez sobre si mismo. Voló. Pequeñas luces brillantes pasaban fugazmente ante sus ojos…1, 2,..20…56…745….1516.

Oscuridad

...

La luz comenzó a entrar por sus ojos levemente entornados, estaba algo aturdido pero no sentía dolor alguno. Comenzó a incorporarse pues estaba tumbado en el suelo, entonces se percató de que no podía oír nada, aquella sensación no le era extraña. Abrió ampliamente la boca, como su madre le había enseñado cuando subían a algún avión, para desobstruir sus oidos.

Agente.- …entre una furgoneta de reparto y un turismo. El niño de unos tres años, milagrosamente parece estar ileso a pesar de estar a varios metros del vehículo rodeado de millones de cristales. Manden esa ambulancia urgentemente!!!…- exclamó al walkie que portaba, mientras corria al encuentro de Darío.

Cuando llegó a su altura, el policía se arrodillo frente a él y con lágrimas en los ojos, le preguntó

Agente.- ¿Te encuentras bien, pequeño?
Darío.- Señor, no son millons .… son mil cincocentos dazaseis

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Oscuridad.

Le encantaba esa sensación.

No abriría aún los ojos, era embriagador sentir como la mirada de cientos de personas confluían en su ser, cual vértice origen de todas las líneas existentes en el universo.

Los susurros de todos aquellos hombres, se arremolinaban en torno a él, acariciándole como si de una suave brisa marinera se tratase...
Notaba su sensación en la punta de los dedos del pie, y a partir de ahí, subían helicoidalmente como cientos de serpientes enroscándose en un árbol, como las guirnaldas que su hermana Elisabeth colocaba en el abeto del jardín de casa...
Ya al alcanzar su pequeña cabeza, mesaban sus cabellos blancos hasta encontrar acomodo en sus oídos, y provocando en consecuencia una explosión de placer de su ego..

Sabía sobradamente la respuesta una milésima después de que le hubieran formulado la pregunta...pero esperaría un par de segundos, aquello dotaba a la escena de mayor dramatismo y espectáculo y a él del mayor placer que ninguna persona pueda conocer en su vida..

1...

2...

Abrío sus enormes ojos....y antes de que su vista se hubiera aún acostumbrado a la potente luz existente en aquel hemiciclo lleno de hombres con largas y canosas barbas, dijo:

Darío.- A raiz cadrada de sete millons catrocentos dazaoito mil oitocentos oitenta e...
...Dous..Sete..Dous..Tres...coma...Sete...Seis..Dous...Um...Cero... Catro...Um...Catro...Nove...Tres...Tres

Y mientras los atronadores aplausos sustituían a los placenteros susurros, él continuaba diciendo decimales, como si de una eyaculación de sabiduría y poder se tratase.

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Enter.

“Your e-mail has been sent”

Madre de Darío.- Darío meu amor, terminaches o teu traballo, temos que partir xa
Darío.- Si mamá, xa envíe os cálculos de navegación ao Sr. Gielgud pra sua regata
Madre de Darío.- Moi ben, meu rei.

La madre se acercó a él, con dulzura acarició el pelo del pequeño, era agradable la sensación que transmitía, como si aquellos pelos de punta fuesen un pequeño cepillo de limpiar botines.

Madre de Darío.- Sabes ca reunión de hoxe, cos señores de Mittelos, e moi importante. Non tuve nunca dubida de que o teu cometido en iste mundo e moi importante. Fillo, non podes errar o teu destino.
Darío.- Seino mama, ¿podo despedirme de Elisabeth?
Madre de Darío.- Non; saliu a dar a suas clases de violin.

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Darío.- Saben sobradamente que soy el único que puede aportar algo de luz a esa incógnita. Les ruego por favor que me dejen trabajar para ustedes. Nunca antes me había quedado sin una respuesta, nunca antes..

Darío ponía sus manos enérgicamente sobre la mesa, sin poder ocultar la agitación y la rabia que lo colmaban en ese momento. Levantó su mirada del suelo y la clavó en los ojos de los tres hombres que se encontraban, al otro lado de la mesa frente a él.

Darío.-…pero les prometo que lo conseguiré. Nada que esté sobre esta Tierra podrá impedirlo.

¿?????.-No dudamos en ningún momento de su capacidad, Sr. Doval. Precisamente por eso hemos contactado con usted. Lo único que le separa de comenzar su labor es el vaso de naranjada que puede apreciar a su lado

Darío que sabía perfectamente que significaba aquello, agarró el vaso con firmeza y sin titubear bebió el líquido que contenía…. Sabía amargo…Todo parecía nublarse a su alrededor, sus párpados parecían ser láminas de plomo…

¿??????.- Bienvenido Sr. Doval..-sonó lentamente en un rincón apartado de su interior

La última imagen que pudo observar, antes de cerrar los ojos, era la del extraño símbolo hexagonal con una flecha en su interior y con la palabra “Matemático” que adornaba la solapa de su interlocutor



Oscuridad

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Comenzó su corto caminar por aquel embarcadero, la cabeza aún le retumbaba, tenía un desagradable sabor amargo en su boca y se encontraba muy aturdido. Richard Alpert caminaba a su lado, aquel hombre parecía ser el enlace externo de aquella organización…

Richard.-Puede que no se encuentre aún despejado, Sr. Doval. Entiéndalo era la forma más segura de afrontar el largo viaje. Espero que nos disculpe… Mire el profesor le espera para recibirle

Al final del embarcadero les esperaba un hombre ataviado con lo que parecía un mono de trabajo de color beige, en el pecho podía apreciarse aquel mismo símbolo que adornaba las solapas de las personas que el día anterior…(bueno, el último día que recordaba)…, le habían entrevistado.

Profesor Holmes.-Bienvenido Sr. Doval. Es un verdadero honor que una eminencia como usted haya accedido a trabajar con nosotros.
- dijo tendiéndole su mano derecha, mientras una bella señorita adornaba el cuello de Darío con una guirnalda de exóticas flores
Darío.-Encantado, profesor. Como xa saberá vostede, non he accedido, he exixido participar no proyecto. Ardo en deseos de comenzar meu traballo.- dijo devolviéndole el saludo.
Profesor.-No sabe usted lo felices que nos hace, escuchar estas palabras. Como puede ver es noche cerrada, así que ahora nos dirigiremos a una habitación en una casa-hospital cercana que le hemos acondicionado para que pueda descansar, y durante la jornada de mañana, le trasladaremos a la estación The Arrow donde podrá llevar a cabo sus investigaciones

Apenas media hora después del recibimiento, Darío se instalaba en aquel habitáculo de paredes desnudas de gris hormigón. Una vez se hubo quedado solo, dejó su pequeña maleta sobre una mesa cercana, justo al lado de un pequeño paquete de tizas…Aquello debió de ser una aula de formación en otras épocas..

Se encontraba algo más recuperado; el pequeño paseo de camino a la casa hospital, recibiendo la dulce brisa nocturna de aquel paradisiaco lugar habían obrado un gran bien en su estado; las ideas comenzaban a bullir con fuerza en su cabeza, abrió el paquete y extrajo una de aquellas tizas…¿Por qué perder más tiempo?

Darío.-Mmmm…parece non haber una pizarra. Espero que non lles moleste que faga unhas pequenas anotacions na parede…Ben…Comencemos,…4…8…15…16…23…42…